20.8.09

DEMASIADO!

Cuando tenía 6 años mi mamá me mandó a un taller de audio-percepción. Armábamos maracas con vasitos de yogur y arroz. Escuchábamos canciones y coloreábamos el instrumento que predominaba. Era entretenido. A las tres semana "la seño Mirta" le recomendó a mi mamá que visite a un fonoaudiálogo, y del fonoaudiólogo a algún otro especialista. El diagnóstico: Amusia. Sin duda la música no iba a ser lo mio. Abandoné la escuelita y jamás me esforzé en ser parte del coro de la escuela. Canto como un perro y tengo 10 dedos inútiles , pero la música es mia. Amo la musica, aunque no pueda juzgarla por sus condiciones intrinsecas. Puedo decir que me gusta. O que no. La musica me emociona, me hechiza, me acompaña y me llena.
Anoche en el recital de Lisandro me pasaron esas cosas y muchas más. (No es normal que te respire "es duro olvidarme de vos, en este trampolin de rocas" esa persona que fué tanto). Y hoy solo puedo definirlo como sublime. Belleza, dolor, elevación. Esas cosas y muchas más. Lo mágico fue que pude escuchar la musica, decir que los azules turquesas fueron tanto como el músico. Porque sentir, a veces, se hace fácil.

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Estos boludos se prenden en esta